Con la participación de más de 400 víctimas, la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín conmemoró el "Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas" el 9 de abril de 2016, en el municipio de Apartadó.

 

La Sala escuchó a voceros de víctimas quienes fueron explícitos en narrar los daños sufridos y en manifestar sus expectativas de reparación. La Comunidad de Paz de San José de Apartadó, también hizo presencia, y a través de su líder relató cómo ha sido su proceso organizativo y cómo han padecido el conflicto interno, que les ha dejado más de 300 víctimas.

 

Posteriormente, la Sala les rindió un homenaje, a través de una escultura de mata de plátano, cuyas hojas simbolizaron los pilares de la Justicia transicional: verdad, justicia, reparación, no repetición y reconciliación.

 

El evento contó con la participación del Padre Javier Giraldo, del Alcalde de Apartadó, Eliecer Arteaga Vargas, de la Directora de la Unidad Regional de Apartadó, Ángela Hernández Peña, del Vicepresidente del Tribunal Superior de Medellín, Pio Nicolás Jaramillo Marín.

 

Con actos lúdicos, culturales y siembra de árboles por parte de los asistentes concluyó la jornada con una voz de esperanza: igualdad, tierra para todos y No repetición.

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Listado de víctimas de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó	Las víctimas contaron a la Sala la experiencia vivida	Las víctimas se sintieron reconocidas por la Sala
El Padre Javier Giraldo dirigió unas palabras a los asistentes	Hubo un nutrido número de asistentes al acto conmemorativo	Entrega del memorial y la escultura a la directora de la Unidad Territorial de Urabá

La Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín realizó una audiencia simbólica en el teatro de la Casa de la Cultura del Municipio de San Carlos-Antioquia, con el fin de escuchar a quienes por razón de su vivencia, acompañamiento e investigación vivieron el éxodo del desplazamiento, así como el espinoso, pero esperanzador camino del retorno. 

 

La Sala escogió este municipio porque ha sido objeto de masivas violaciones de los derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario por parte de todos los actores legales e ilegales participantes del conflicto interno, pero ha logrado construir una "memoria ejemplar" como motor de solidaridad, generosidad y resistencia. 

 

Sus proyectos colectivos e individuales han sido ejemplo para otras comunidades y para quienes hemos visto con asombro y admiración cómo han pasado del miedo a la esperanza y de esta a la construcción de un futuro mejor. 

 

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